Urna con estampillas

Te espero, como lo vengo haciendo desde hace mucho tiempo… con ansias te espero, ansias que no se sacian.
Repentinamente podría sonar el timbre y tras la puerta oír tu característica tos nerviosa, esa que te sale cuando estás nerviosa tras una puerta, con una rosa en la mano esperando ser atendida, esa tos que retumba en mis oídos cuando quieres ser escuchada.
O ir caminando y verte por la vereda del frente, verte caminar con naturalidad y espontáneamente encontrarnos y besarnos con la misma espontaneidad.
Incluso me conformaría con que sonase mi teléfono. Que vibre al igual que yo cuando me llamas, cuando me miras, cuando me tocas, cuando me besas, cuando me tocas, cuando me hueles, cuando me tocas, cuando te acercas y me tocas, cuando te alejas…
Podrías aparecerte como una ilusión y sin yo haber advertido tu presencia, mientras escribo esto, tapes mis ojos con tus suaves manos, tu pelo caiga en mi cuello, tu respiración ahogue mi nuca, tus besos inunden mi pelo, tus palabras silencien la música.
Llevo mucho tiempo esperándote… tanto que me acostumbre a esperar, tanto que ya no quiero nunca dejar de esperarte, tanto que ya no puedo dejar de esperarte.
Estoy seguro que llegarás, tarde o temprano tienes que hacerlo, aunque sea dentro de un cajón desde muy lejos.