Vestida de blanco
llegóa al altar,
lo soñaba tanto
y ahora era realidad.
Su linda figura
atraía al pasar,
tan linda criatura
no había otra igual.
Todos aplaudían
cuando iba pasando,
muy bella lucía
al ir caminando.
Atrás iban sus gentes,
todas sonreían,
estaba presente,
toda su familia.
La Iglesia del pueblo
tenía mil adornos,
todo era nuevo,
listo estaba todo.
Primera llamada,
sonó la campana,
la niña esperaba
sonriendo lozana.
Segunda llamada,
otras campanadas,
ya estaba angustiada,
el novio no llegaba.
Tercera llamada
campanas lloraban,
no llegó el novio,
todos se miraban.
Ya no habrá boda
decía la gente,
y mientras la novia
se tocaba la frente.
No podía creerlo,
parecía un sueño,
debía no ser cierto,
no era verdad aquello.
Mojó su vestido,
parecía enloquecer,
la ilusión se ha ido
por ahora mujer.
Ya vendrán otras ilusiones,
ya llegará otro amor,
no te decepciones,
cura tu dolor.
Nadie supo nada
del ingrato novio,
dicen que la amaba
como aman pocos.
No entiendo el motivo,
no se la razón,
ha donde se ha ido,
me pregunto yo.
Aquí está la novia
llorando su pena,
yo la miro ahora,
es una niña buena.
Que habrá pasado,
no puedo juzgar,
quizás se ha olvidado
que se tenía que casar.
Llora, novia hermosa,
que yo lo lamento,
pasarán mil cosas,
ya vendrán otros tiempos.
La novia bonita,
ya no se casó,
de blanco vestida,
de pena murió.
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