EL JUEGO 49
Lo estuvieron siguiendo una semana más, pero la suerte se les acabo, el poli se dio cuenta que lo seguían, entonces llamó a sus cómplices y tomaron por sorpresa al chico y al Coronel, en una calle solitaria en una barrio bajo, el auto del “policía” se detuvo, lo que obligo que el Coronel disminuyera la marcha sin darse cuenta una camioneta los alcanzó por detrás, entonces el guardaespaldas del policía se bajo del auto y comenzó a disparar sobre la camioneta tripulada por el chico y el Coronel, mientras bajaba el comando de la camioneta de atrás, afortunadamente la camioneta era blindada, pero el ímpetu del chico lo hizo bajar el vidrio y contestar el fuego, logró herir al guardaespaldas y vio como el policía escapaba, al ver esto los del comando también huyeron, sobresaltado y molesto por el error del chico el coronel lo reprendió:
- Tienes que aprender a calmarte, estábamos seguros dentro de la camioneta por que arriesgarte innecesariamente abriendo la ventanilla eso nos pudo poner en riesgo y te pudieron haber matado y entonces tu sueño de venganza se hubiera esfumado, ya te lo había dicho y apréndelo por que el próximo error que cometas te va a costar la vida, piensa y no te dejes guiar por las emociones ¿de acuerdo?
El chico asintió y bajo la cabeza mientras de su brazo corría un hilillo de sangre, el guardaespaldas lo había rozado, y el Coronel tenía razón estuvo a punto de morir por imprudente.
- Ahora tendremos que empezar de cero el tipo (sujeto) esta avisado y tendrá más cuidado, tendremos que cambiar de vehiculo y de estrategia, “carajo” niño complicaste las cosas de forma innecesaria.
– No necesariamente tenía razón al culpar al chico –
Lo hacia para que se despabilará.
Fueron a la mansión y tomaron en Mercedes Bens también blindado, y se quedaron a esperarlo en la casa de la morena, por días y noches hasta que después de más de una semana el sujeto, llego; el chico dormía, de un codazo el coronel lo despertó:
- Vamos niño es hora de terminar el trabajo.
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