Vestida con un simple trapo arrugado,
Con tus pies descalzos y ampollas en las manos,
Estas tú, trabajando duro sin cesar,
Duermes en una choza,
La soledad es tu compañera,
El hambre, tu condena.
Tienes a tu muñequita de trapo,
La abrazas junto a ti,
Consuela tu vera,
Es la única que te da calor,
La única a la que puedes abrazarte.
Derramas lagrimitas de cristal
Con sabor a sal,
Te levantas otra vez,
Otra vez a trabajar!
Sueños caídos,
Sueños caídos.
Lo que darías por escapar
Hacia tu deseada libertad,
Pero tienes tanto miedo,
Todo es tan difícil,
No tienes dinero, ni equipaje,
Ni tan siquiera papeles.
Soportas los gritos y los golpes
Del señor jefe,
Pero ahí estas tu,
Luchando por tu vida,
Luchando por un futuro,
Sin recibir nada a cambio.
Burbujas rotas,
No entiendes lo que pasa,
Vives esclavizada,
Esto no son sueños, esto no es vida.
En las noches te invade el insomnio,
No puedes dormir,
El miedo se apodera de ti,
Solo te acompaña tu muñequita de trapo;
Aun así cuando las grietas de tu choza crujen,
Ropa sucia, ropa rota,
Pies sucios, manos condenadas,
Carita apenada, sueños rotos, sueños caídos.
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