Para rescatar la ultima luz en esta oscuridad,
Para rescatar los días perdidos, las horas,
Los segundos de un reloj cansado de moverse en el mismo sentido,
Sin parar, tic tac, el reloj no ha de parar,
Las horas han de consumirse aquí,
Como se pierde el acostumbramiento,
Como se pierden las letras si no son escritas,
El reloj no ha de detenerse jamás,
Y los minutos pasan, tic tac, sin más,
De un momento a otro puedes tropezar,
Caer en la desgracia y luego volver a empezar,
Ni más fríos ni más calientes,
Los cuerpos se vuelven a acostar,
Otra noche más y mañana todo será igual,
Ni más sabias ni más vanas se cruzan las palabras al pasar,
El viento se las lleva como el pobre al caminar.

Para rescatar la última oración antes de perder la fe,
Los días pasan, esta vez ya no vuelven más,
Y los segundos suelen perseguir,
Sin parar una vez mas, tic tac el reloj no ha de detenerse jamás,
Y sus manillas largas como los vientos, simples giran en una dirección,
Tic tac, a la derecha siempre van, y no han de regresar,
Ni por ti, ni por mi, ni por nadie,
No hoy,
No mañana,
Ni en un siglo…

Y así se pierden los besos en la boca,
Así se pierden las palabras,
Y los cuerpos ni más fríos ni más calientes hoy se vuelven a acostar,
Tic tac, el reloj no ha de parar,
Así pasan los días sin más,
Y otra vez todo vuelve a comenzar,
Y se pierden las manos y sonrisas,
Las amistades, los amores,
Ya no hay un beso que venga del pasado,
A despertar a esta pobre loca que ha perdido el tiempo,
Los sueños,
Y los besos que no has dado…