En cada puesta de sol, 
en cada sentido amigo, 
en cada soplo del viento 
se han enfrentado el aire y las palabras, 
contraponiéndose al silencio, 
y enfrentados... olvidas,  
y olvidando... has tenido. 
 
Piensas tu realidad,  
ausentas tu ser primitivo, 
imaginas tu futuro 
e intentas luchar 
contra las adversidades del haberte ido. 
 
Viajas a través de mundos, 
creas fantasías, 
y aquellas exhalan sobre tu memoria 
recorriendo cada rumbo. 
 
Olvidas que algo te agobia, 
quieres desistir 
pero el latido te ha hecho ver, 
la memoria. 
 
No es el camino, 
solo intentas el no sufrir, 
el fondo esta en tinieblas 
pero sabes q volverá, 
volverá, sabiendo,  
del abismo. 
 
Espacios en blanco 
recorren tu escena, 
le dan aire a lo que piensas, 
a lo que te encierra, 
y aunque en silencio te mantienes, 
cierras los ojos,  
y observas aquella ilusión, 
cuestionas, meditas... volverá.  
 
Una línea de la vida, 
una estrofa del destino, 
una oración en la melodía  
sobre el cielo tormentoso, 
tu voz inundada, ahogada en las penas 
de la canción. 
 
Una triste melodía, 
una lastimosa fusión, 
un error con la noche, 
una agonía que florece del mar, 
y que cae desde el cielo 
a la vida. 
 
Esperas, y ves el reloj, 
quieres que el tiempo cambie, 
que con su mirada  
todo se apague, y volver, 
volver y que salga el sol 
eclipsando las palabras... 
y mi voz. 
 
Una hoja es mi mundo, 
mis respuestas, mis venas, 
la sangre es la savia 
aunque ya no es, sin su piel, 
el todo se simula, 
y el simularlo destruye, 
hecho para echar, 
para arrastrar una pieza  
de papel, de ajedrez, 
y saber que el movimiento  
es el único porque. 
 
Olvidar, sufrido, 
sin saber, porque, 
una confusión, mi silencio, 
un error, la inocencia en mi saber. 
 
La confianza colisiona, 
y las sospechas invaden el vestido... 
 
sin más q sentirlo,  
un sendero se abre, 
se abre tan creativo, 
se abre en mi corazón 
y ahora... el elige el camino. 
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