No lo soporto.


Existen muchos tipos de persona en el mundo y cada uno podría explicarse de mil formas diferentes, lo cual me llevaría demasiado tiempo, más del que tengo en vida.
Por eso hablaré de ese tipo que más daño me hace,
La gente que no soporto, que no aguanto, que me pone nervioso y su solo nombre hace que me suden las manos y me cambie la expresión de la cara, esas personas que cuando asoman una patita de corderito degollado, aviva la llama de la ira que comienza a quemarme desde el estomago hasta el último pelo de mi cabeza.
Muchas veces me pregunto el porqué de mi débil autocontrol, por más que lo intente no puedo cambiar mi rabia,
No los soporto y no puedo evitar odiarlos, lo siento, son más fuertes que yo.
Por suerte no son muchos, aunque a veces parecen ser las únicas personas que existen en el mundo, como si todo a mi alrededor fuera un gran campo verde lleno de corderitos con dientes afilados esperando a que me distraiga un breve segundo para usurpar mi tranquilidad y mi zurrón, para sustraer lo que más quiero en el mundo.
Mi enfado no es sinónimo de comprensión,
Mi silencio no es sinónimo de aceptación,
Un consejo os daré, recordar que tienen forma de corderito degollado y tienen tu cuello al alcance, el daño que puedes llegar a recibir por su aparición es directamente proporcional a tu reacción, por lo que como las hemorroides hay que sufrirlas en silencio.
¿Pero que es la vida sin un poco de sufrimiento? Y ¿Quien te dice que tu no eres uno de ellos?
Será mejor vivir y dejar vivir, no hay otra manera de sonreír.