Sollozo... veintiún aullidos dislocados,
manos tañendo el hielo de la partida
que resguarda tu frente ya detenida.
Sus ojos en tu ser quedaron trabados,
secóse la fuente y refulgen perlados;
hierático el soñar que acompaña helado.
Debate la madre por qué te has marchado
y retuerce esas manos que te cuidaron,
pues sólo quiere que vuelvas a su lado.
Texto agregado el 04-09-2008, y leído por 170
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