Hoy te veré tomar mi mano
y mis dedos cómplices de los tuyos
un lazo han de formar.
Caminaremos juntos, callados,
sin dejarnos de mirar.

Los cedros, los sauces
y los imponentes robles
sin duda alguna nos mirarán pasar.

Avanzaremos sin susurrar siquiera,
como si conociéramos de antemano
el destino donde nuestros cuerpos
se han de posar,
y entre nidos de ardillas y pájaros exóticos
el nuestro, formado de pasto,
hojas y musgo, sobre las raíces,
bajo la sombra de sus frondosas ramas,
un hermoso roble formará
y entonces nuestros cuerpos desnudos
una tormenta deliciosa empezarán
y yo con los pétalos de mi boca
beberé del agua que emana
de tu fresco manantial.

Tus manos surcarán senderos
abriéndose paso
entre mis hojas tiernas y verdes
que bañadas de rocío estarán
y en cada botón que toques
mis flores una a una brotarán,
entonces en los en los riscos de mi ser,
cada una de sus grietas
con tu viril cascada
de agua fresca llenarás.

De manera que poco a poco
te entregaré todo el verdor
y la frescura que pudieras en mi hallar
y descansaré en el nido de tu pecho...
y tu soñando bajo mi bosque húmedo
dormirás.

J.A Mariposa Azul