Cuantas veces no habré invocado en vano a Morfeo para que me acoja en sus brazos y me deje dormir.
Aunque solo sea una noche, cerrar los ojos y no abrirlos hasta la mañana.
Para que me deje soñar dormida como al común de los mortales.
Aunque sean pesadillas.
Pero no, te invoco en vano, Morfeo,
Me castigas con los sueños que me regalaste... los sueños lúcidos.
En los que siento
TODO y nada a la vez
Le siento a ÉL
Esos que castigan mi alma con tu mágica presencia...
Con tu esencia
Y la castigan ¿por qué?
porque no estás junto a mí.
Pero si logro dormir,
no es en tus brazos, Morfeo,
sino en los de otro.
Que me trae la calma y vela mis desvelos.
Permanece a mi lado hasta que me duermo.
Y al despertar sigue a mi lado.
Pero...
Por mucho que te sienta a mi lado,
por mucho que sienta tu amor, tu deseo, tu esencia...
no estás... y nunca lo estarás.
De qué me sirve que estés a mi lado
Si luego me castigas con tus silencios,
Tus enigmas... tus huidas.
Devuélveme mis sueños Morfeo,
Te lo imploro, te lo ruego, te lo pido
Deja de atormentarme con el maldito insomnio
Y deja que mi alma descanse
Que deje de soñar...
Que deje de sentir
aunque solo sea una noche
Aunque sé, que ni quiero, ni puedo
Dejar de sentir aunque sea así
En sueños.
Que aunque te pida e implore
Dormir... dormir... y dormir
Para dejar de sentir...
Te ruego, Morfeo, no me lo concedas!
|