Gracias querida amiga, por haberme abandonado
Por esa mañana que tarde, llegó roja, avergonzada
Por el amanecer que te llevó de mi lado, sin decir nada
Cuando me despertó el frío en soledad empapado

Gracias por el bochorno que me has evitado
Al mostrarte lo que tengo. Nada, por cierto
Un pasado inútil, un futuro muerto
Una apócrifa poesía y un bolsillo agujerado

No venderé mi alma por jugar con tu sonrisa
No sufriré con tigo cuando te golpeen las penas
No me quemará las yemas, acariciar piel ajena
No renegaré la noche, que se acaba tan aprisa

Ni proteger con mentiras, lo que se fuera formando
Porque siempre lo imposible, es por todos atacado
Puedo invocar al recuerdo, pasar horas acostado
Inventarme mil historias, ser el hombre que has deseado

Tú podrás hacer tu vida, un lastre menos colgando
Puedes recorrer el mundo sin tener que ir explicando
Sé feliz, y ya olvida; si es que aún no has comenzado
Y me evitarás la pena de saber que te he estorbado