No era yo, ver su rostro me dejó tristezas
No sabría decirle palabras, las rosas estaban secas.
el niño reía, yo lloraba
El amor se nos fue por la ventana.

El teléfono sonaba incansablemente,
Su amor era su odio también.
Yo necesitaba lágrimas, él necesitaba algodón.
Su nectar blanquesino habría sido mi hostia, su cabello mi consagración.

-Debió ser mío- dijo, -debió ser tuyo- dijo de nuevo,
El sueño estaba roto.
Ambos lloramos, ambos sabiamos y despertamos;
El teléfono se cayó, él rió, yo reí también.

El bip del tiempo nos impidió continuar,
El amor se lo llevó el tiempo y las fronteras
Ya no vivo... Risa de niño!
Muerte, Amor, Nacer.