DESAFIANDO LA GRAVEDAD
Para una mujer triste

Voy detrás de ti. Hago a un lado tu sombra y quedo sobre la nuca. O bien, desafió la física y soy una bandera que brota de tu sien. Esculco tus emociones. Sonrío de la seguridad que manifiestas cuando charlas sobre el amor y el erotismo; pues percibo como tu corazón brinca de incertidumbre.
Disfruto más tu soledad. Allí, tu rostro vuelve a sus inicios y en tus ojos se dibuja la niña caminando al lado de mamá. Me complace acostarme sobre ti; recargo mi oído e imagino al señor del bongo que al golpear tu vientre, ofrece los tambores de la vida. En la cama te arropo y oro para que sigas resistiendo. En este remanso de sueño soplo a tu corazón para que seas más fuerte; mas lo dos sabemos que las colinas se suceden como el llanto. Mañana no estaré, pero piensa que soy quien te aplaude y que cuando caminas voy desafiando la gravedad.