Eres más de lo que esperaba.
Y aunque te había soñado, muchas veces despierta, ya me estaba acostumbrando a que no existieras.
Si hubiera tenido que describirte, no se me hubiera ocurrido hacerte tan perfectamente imperfecto.
Me encantan tus defectos, porque creo que puedo convivir con ellos. Y si empiezo a hablar de tus virtudes, las palabras no me van a alcanzar.
Es como si alguien que me conociera muy bien, de toda la vida, te hubiera inventado.
Tienes dos ojos, como todos los demás;
pero me miras de una forma tan especial.
Tienes dos orejas, como todos los demás;
pero cuando te hablo me escuchas con tanta atención.
Tienes una boca, como todos los demás;
pero lo que dices siempre tiene sentido, y cuando me besas...
Tienes dos manos, como todos los demás;
pero nunca nadie me había acariciado como tú.
Y tienes dos brazos, como todos los demás;
pero tu forma de abrazar es única.
No firmamos contratos.
No hacemos planes.
No decimos "te quiero", no con palabras.
Pero, sin darnos cuenta, ya empezamos a extrañarnos.
Y por ahora, no voy a pedir más, porque...
eres más de lo que esperaba. |