QUERIDO DIARIO:
Hola, perdón si te agobio con mis problemas.. Es que estoy harta! Si, harta! Harta de todo y de todos, de ser la mimada, la elegida por todos, la payasita de las fistas. Lo repito, estoy harta!
Ya basta de vestidos floreados y adornos a tono en el cabello,
ya basta de baños de perfume (¡basta!), ya basta de besos de las tías, ya basta de cantos en las reuniones de los adultos!
Ya no puedo más, querido diario, y todo esto por no defraudar a mamá. Ella alguna vez me dijo, que siempre soñó con una hija princesa, educada y respetuosa, perfecta.
Pero esto ya acabó, es una situación insoportable, eso de no poderse mostrar tal cual como uno es.
QUERIDO DIARIO:
Hoy se lo dije a mamá, y rompió en lágrimas, traté de disculparme, pero fue inútil. Ella no dejaba de llorar. Hasta que me lo confesó, sí, eso hizo amigo. Ella es como yo, siente como yo, por fin encontré mi alma gemela. Pero debo guardar este secreto, padre no debe enterarse. Y seguiré haciendo el sacrificio, es el precio por compartir este secreto con mamá, lo pagaré si necesario es.
Es que... hacía tanto que no tenía una amiga! |