Hoy quisiera agradecerte tu compañía que me extrajo de mi desierto devastado. Hoy quisiera agradecerte el fuego de tu cuerpo que reavivo las cenizas del mío. Hoy quisiera agradecerte tus palabras de aliento que me hicieron avanzar sin temores. Hoy quisiera agradecerte la ternura que le regalaste a mi actualidad sin afecto. Hoy quisiera agradecerte la calma que pusiste en mi frenética vida. Hoy quisiera agradecerte el hacerme conocer que es, estar enamorado.
Texto agregado el 30-08-2008, y leído por 96 visitantes. (4 votos)