Tengo proyectos, la mayoría irrealizables, poco prácticos o nada prácticos. Los proyectos son básicamente los mismos del año pasado, se modifican poco porque son irrealizables o poco prácticos. A decir verdad, no se modifican nada. Será que soy de ideas fijas. O de sueños fijos. Quizá sería mejor decir ensoñaciones. Se me ha ocurrido una idea para un libro. Empezaría con una cita (jeje), una cita que dijera: "[Aquí debería ir una cita de Thomas Bernhard, probablemente de Helada o de Trastorno]"; y debajo: "[Y aquí el nombre de la obra de donde la he sacado, probablemente Los comebarato o Tala, y al lado el nombre y apellido de Thomas Bernhard]". Y luego seguiría el inicio del libro. Aunque antes debería ir el título, que aún no tengo decidido. Sí he pensado en introducir un personaje que se llame Vincent BJ (book-jockey). Quizá el principio del libro podría ser: "Tengo el cañón de una pistola metido en la boca y siento el frío del acero en la lengua y el paladar. Es negra y muy pesada y se la compré a un armero sin escrúpulos de Alicante. Con dinero se puede comprar casi de todo. Con dinero se puede comprar la felicidad. No hagas caso a los refranes. Siempre, repítetelo, siempre están equivocados o son burdas mentiras. Yo tengo mucho dinero." En algún momento debería decir: "Fui a una feria de maquinaria agrícola que se celebaraba en Viena. Me alojé en un hotel a espaldas de un palacio absurdamente bien conservado, en el barrio polaco o ruso, o ruso-polaco. En la puerta de una iglesia había una estatua de tamaño natural de Karol Wojtyla. En el desayuno los turistas se preguntaban qué temperatura haría fuera, en la calle." Y en cualquier otro: "¡Inmigrantes! se nos fue de las manos. Hubo que suspender numerosas veces los programas de emisión nocturna, debido a la crudeza fuera de parámetros normalmente aceptables o digeribles. Hubo padres que telefonearon a la productora indignados por las difusiones gratuitas en Internet. Hubo asociaciones que nos llamaron para pedirnos que les dejáramos ayudar a los protagonistas. En los períódicos nacionales, los columnistas nos compararon con los desalmados que grabaron en vídeo el ahorcamiento de Saddam Husein. En un momento dado, la cadena que emitía ¡Inmigrantes! se vio obligada a romper unilateralmente el contrato. El precio de los anuncios publicitarios en la franja de las 21:00 a las 22:00 llegó a cuadruplicarse. Marcas hundidas como Telepizza, Oscar Mayer y Frudesa vieron cómo remontaban espectacularmente sus ventas gracias a la clarividencia de sus creativos, que confiaron en nosotros y esponsorizaron el programa, precisamente por su contenido y falta de formato fijo. Ahora, como usted debe saber bien, los, digamos, capítulos se distribuyen a través de redes P2P. Superplus, Lidl y Día sufragan los costes de producción de ¡Inmigrantes! y todo el asunto nos propociona un magnífico beneficio industrial."