A mí me gusta pensar que la vida es como un viaje, así que no me preocupa cargar con tanto equipaje. Como sólo voy de paso viajo con lo necesario, trato de dejar las cargas para poder ir liviano. No me preocupa que rumbo tomará en su derrotero, pues de lo que vea en el mundo sólo el final es certero. Pues en la última parada al final del recorrido, sólo bajaré cargada con las cosas que he aprendido.
Texto agregado el 29-08-2008, y leído por 172 visitantes. (6 votos)