Enloquecido por la fobia
desecho por tu partida
enrojecido por la ira,
que me causo tu casamiento con un idiota.

Empuño la copa,
caco la pistola
y me apunto en cabeza,
dispuesto a tirarme la cabeza.

Pero discurro que no debo morir.
sino a otro debo mandar a dormir,
el sueño de la muerte,
que me salvaguarda para siempre.

Vacío la copa de un trago,
y voy yo por algún harapo,
yendo a su cuarto
mido mi estado.

Percibo sus risas,
y el desbrochar de unas ligas,
un descorche de botella,
el titilar de copillas.

El sorber del vino
penetra mi interior,
su exclamación de placer;
urge mi entrada.

El idiota de pie se asombra:
- Hombre que hace aquí.
- Yo, ponerte a dormir-
respondo vaciando mi arma en el pecho del imbécil.

La amada cae en su lecho
horrorizada pero grácil,
yo con puñal en mano le caigo encima
y le apuñalo tres veces su espalda.

Entre gemios moribundos pregunta:
- ¿Por que si me amabas?.
- Porque el amor mata-respondo
en mi ataque de locura
veo como se va de este mundo
la mujer que desbasto mi cordura.