Confieso que ya no soy la misma de antes, nunca mas lo sere. He cambiado mi forma de vestir, mi peinado, mis olores, y hasta mis dolores. Camino con un swing distinto y mi mirada ya no es igual. Mi boca ya no es amarga y mis ojos siguen siendo del mismo color.

Sigo siendo religiosa y ya no deseo mal. Nunca tomo tequila y fumo sin parar. No soy conformista y eso nunca cambiara. La suma de uno y uno siempre me da uno, pues confieso que reaprendi a amar.

Casi nunca tomo el sol, aunque siempre me ha gustado. Me sigue encantando el mar y la arena ya no me cae tan mal. Soy golosa y amorosa y los besos nunca estan de mas. Me mude de casa, y mi cama sigue siendo la misma.

Ahora solo canto en la ducha, porque admito que me causa pena. Sigo siendo vaga, siempre vaga sana. Tengo que reconocer que ya no soy celosa y aprendi a confiar en la gente, aunque conmigo solo existe un chance.

Con el tiempo, el mal humor se ha ido esfumando y aprendi lo rico que es reir y gozar. Leo Coelho y Vargas Llosa y cada dia me devoro los libros un poco mas. Sufro de insomnio y duermo el dia entero. Siempre me han gustado mas las puestas que las salidas del sol, pero igual siempre veo las dos.

He engordado un par de libras y ya casi no voy al gym. Pleitista como siempre aunque he aprendido a dar mi brazo a torcer. Soy sincera y fiel hasta la muerte y odio las mentiras. Logro perdonar y a veces hasta olvidar.

Llevo el pelo de negro y sigo siendo independiente. Confieso que he intentado subir mi autoestima y disminuir mi vulnerabilidad: intento fallido.

Y al fin y al cabo:
Sigo siendo la misma de ayer aunque ya no respondo como antes.