Contra todos los pronosticos la tormenta de Santa Rosa resultó ser una debil lluvia pasajera. Hubo algunos truenos sonando lejanos sin compañia de relampagos, e inclusive en la capital de Buenos Aires, se hizo la noche minutos antes de lo establecido. Ojalá que toda esa masa de agua que pasó amenazante sobre nuestras cabezas,
vaya a presipitarce en las zonas donde hay sequías.
O tambien podría descargar en la provincia de Córdoba donde un voráz insendio devora bosques y tiernos pastisales en los campos.
Estuve soñando que estaba regando las flores en mi jardín, con una mangera infinitamente larga,
entonces tocada de emoción por ver morir el ganado de sed, comenzaba a caminar por el costado de la ruta hasta llegar a una zona afectada por la falta de agua dandole de beber a los animales...