Si en el curso de la semana se pasearían todas las estaciones del año, de seguro la primavera caería viernes…
Bien, aquí estoy yo. Ajardinado; en el mismo día en que Robinson Crusoe bautizó su amigo.
(enciendo un cigarro)

Convencido de un hoy distinto, espero sin esperar el 153 en la estación Chiclana.

Me siento bien, Roky Erickson agolpa melodías en mis oídos y justo antes de que comiencen a podar mis ojos una de las tantas tijeras que trae con sus rayos el sol, subo al colectivo (el colectivo es amarillo por cierto).
Veo desde mi ventanilla a los árboles más atletas perseguirme, y un poco más atrás, en fondo celeste… la vida.
Sin saberlo, digo que sin siquiera saberlo (quizás lo intuyo) me hundo en las flores del prado que acolchonan mi asiento. Lentamente me voy, me alejo… y lo último que sabré de mí es el recuerdo chusco de mi pie kafkiano aplastando una cucaracha.

(Zzzzzzz…zzz)

Al despertar o nacer me siento sobresaltado. La ventanilla ofrece otro dibujo. Veo centellear el agua del arroyo que se muestra presuroso en un serpenteo vertiginoso por no dejar escapar el colect… el…

Riiiiingggggggggggg!!!

Todo esto es muy extraño…



Sin saberlo (quizás lo intuyo) parece ser que cambié de mundo… Pienso: Aquí es misteriosamente dónde vivo yo?

Guau!!

¿Puede alguien decirme en dónde estoy???!!!

Guau!!

( Epa!… yo no agregue ese segundo guau)


Inesperadamente, confusos personajes aparecen ofreciendo datos inconexos que enseñaré a continuación:


El hombre de pasto con dientes de tierra --dice:

“las brujas se alojan en el lado sudoeste de las almas buenas.”

El árbol gigante con forma de y griega mayúscula -- dice:

“No harán leña conmigo, aún estoy de pie!!”

El espanta-pesadillas dice:

Quién se apiada de mí? Yo soy quién barre las escobas.


Entre tanta confusión se abre paso, entre millares de burbujas, una bicicleta.Es un vehículo muy aparatoso, diría que tiene el tamaño como para que la conduzca una persona adulta, pero quién la maneja es un duende que mide no más de 80 cms. El sistema de funcionamiento que posee parece ser muy complejo, como esas máquinas que contienen miles de engranajes conectados unos con otros. Imagino que ha sido diseñada de tal modo que el duendecillo logre alcanzar los pedales sin mayor esfuerzo.

El conductor y su estrambótico móvil pasan apaciblemente delante de mis ojos. Apenas si se percata de mi insípida existencia, podríamos decir que me mira sin mirar. De cualquier manera,podría esperar a que pase otra persona o duende o quién sea que me pueda decir al menos dónde es que me encuentro. Por un instante siento unos deseos irrefrenables de correr tras él…


Guau!! Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuu !!!!



Corro a gran velocidad. Soy muy rápido, muy veloz!!!

Y en mi carrera advierto que tengo cuatro patas en vez de dos…

No logro estar seguro de que es lo que sucede realmente (quizás lo intuyo)

Me detengo de un momento a otro boquiabierto (jadeando con la lengua afuera)

Trato de entender que pasa mientras mi cola se mueve un poco y luego otro tanto.

Un milagro con desperfectos ha ocurrido.