(La conocí hace... No importa, cuándo...Quizá desde Siempre...)
Lo cierto es que supe de ella
– aquí –
a través de su verso,
del océano que bulle
en su interior.
Exultante, inagotable,
bello, complejo,
desnudo como lo es
aquello que habla
desde el alma de un poeta.
(*Poetisa para el caso...)
Y una tarde de agosto,
este invierno,
que no es cualquiera,
pudimos darnos por conocidas.
Ella me trajo en su equipaje
un trocito de primavera;
como una golondrina,
que vuela a contramano,
llegó desde el Norte
a una esquina de Buenos Aires
que tampoco fue cualquiera.
( ¿Sabrá cuán agradecida quedé
por esa precoz primavera, por tantas cosas...?)
La cuestión es que fue presencia concreta.
Y supe, sin virtualidad mediante,
acerca de sus ojos negros, muy negros
que abrieron sus puertas, sin reparo,
para regalarme la imagen de ese lugar
al que nadie que sepa de qué se trata,
osa ponerle nombre.
Vislumbré la fuente de su poesía,
la matriz desde la cual
fluyen sus versos
para el deleite de quienes compartimos,
esta singular "locura" llamada... Poesía.
Linda, misteriosa, respetable
como quien desde los márgenes
de este mundo tan difícil
defiende lo que hace posible casi todo.
Cálida, entrañable... María...
-.-Mildemonios :) ¡Hasta la vuelta!
Cris
*:))
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