Navegando por el extenso ciberespacio llegué hasta el siguiente blog:

http://retratosdefamilia.blogspot.com/2007/09/carta-un-escritor.html

Allí encontré esta carta que hoy comparto, lectores de La Columna del Miércoles, puesto que de alguna manera está dirigida a ustedes:


18 de septiembre de 2007

Carta a un escritor
Keila Ochoa Harris


Querido colega,

Leí unas frases que me dejaron helada. Provienen del libro "Los demasiados libros" de Gabriel Zaid (que por cierto leí en inglés así que estoy traduciendo las citas).

1. La raza humana publica un libro cada 30 segundos.

2. Si ningún libro fuera publicado desde este momento, aún así nos tomaría 250,000 años leer todo lo que ya está escrito.
Creo que hay más libros que niños. ¿Y dónde se guardan tantos libros?

3. Publicar un libro es como organizar una conversación.
Algo interesante para los libreros y los editores. Lo importante es escuchar qué tema desea el público.

4. Los graduados de universidad están más interesados en publicar libros que en leerlos. . . Publicar es un modo de lograr un objetivo. Leer carece de utilidad: es un vicio, puro placer.
¡Llámenme viciosa!

5. El narcisismo ha degenerado de modo que no es recíproco: No me pidas que te preste atención; ponme atención a mí. No tengo el tiempo ni el dinero ni el deseo de leer lo que has escrito; quiere tu tiempo, tu dinero y tu deseo.
No quiero ser así. ¡Jamás! ¡Ayuda! Denme un coco si ven destellos de esto en mí pues me parece una sutil tentación para el escritor.

6. El poeta Judson Jerome sugirió alguna vez que los escritores que realmente fueran considerados, dejarían un billete de cinco dólares en cada libro como un reconocimiento simbólico del tiempo que pedían a sus lectores.
Buena idea. ¿Qué les parece? (Me volvería pobre, pero si así me leen, podríamos intentarlo).

7. Otra solución sería... establecer un sistema en el que quien deseara ser leído debía comprobar que ellos mismos habían leído. . . Por cada mil libros leídos, tendrían el derecho de publicar uno.
También me gusta esta solución. Creo que aún no estoy lista para el segundo libro.

8. Y aún así seguimos escribiendo libros.
Esta es la cuestión. Pero lo seguiremos haciendo, porque así como comenta el mismo Zaid, el verdadero milagro resulta cuando el libro correcto llega a las manos del lector correcto. Y por eso debemos gozarnos en el destino, abrazándolo, celebrándolo y explorando las librerías en busca del milagro.

Keila Ochoa Harris




En Cancún, costa mexicana del Caribe