Hacia la orilla camino y van mis pasos resueltos, a truncar este destino insoportable, funesto. Ya las aguas me acarician lamen mis pies suavemente, la brisa besa mi rostro el mar me abraza en la noche. La luna muda testigo va iluminando la playa, el mar crepita en gemidos y me traga su garganta. De mi solo habrán recuerdos de mí solo habrán palabras, pues el mar me habrá llevado pero yo ,ya no habré vuelto.
Texto agregado el 26-08-2008, y leído por 138 visitantes. (1 voto)