2 -EXPRESION
Siempre me gustó escribir. Con los apuntes y cartas que he escrito se podría empapelar la muralla china. La escritura como la pintura es una forma más de expresión. ¿Expresión para qué? .
Para Servir.
Servir como fin. Al final, servir para algo, servirle a alguien.
Lo ideal sería dentro de lo que a uno le gusta hacer (pintar, hacer música, escribir, jardinería) para no confundir con el servilismo. En general los seres humanos nos usamos todo el tiempo, queremos que los demos “nos sirvan”. Pero cuando uno hace lo que le agrada, cuando uno puede servir a algo o alguien deja de ser usados por lo demás.
Me ha tocado trabajar en publicidad. Casi siempre las relaciones públicas trascurren o dan resultado en el nivel de las relaciones privadas.
A veces el trabajo mata la expresión. Aún en lugares donde la creación es justamente el negocio y sustento. Pero como se puede ser creativo cuando uno tiene el pie encima del cliente y del jefe. Como hacer para servir lo que antes expresaba y no caer en el servilismo.
Hay dos formas de ser feliz
1) Hacerse el estúpido 2) Serlo.
Creo que la gran mayoría cae en la primera opción. Agachar la cabeza, seguir la corriente. No paran un minuto para preguntarse ¿Qué estoy haciendo? ¿A quien le sirve lo que yo estoy haciendo?
Creo que la felicidad, es vivir para los demás.
Aquellos que se creen felices aplastando cabezas, contando chistes para simular rencores y odios, que no les importa nada de los demás, tarde o temprano se van a enfrentar con el espejo. Nunca sirvieron para nada, aplastaron su expresión para ganar bienes, poder o riqueza. Nada más. Perdieron su tiempo para servirse de los demás y hasta para engañarlos…
Del mismo modo que no tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco tenemos derecho a la felicidad sin darla. Lo mismo pasa con la expresión. No tenemos derecho a la expresión sino para darla a lo demás.
¿Qué algunos no pueden?
¿Que algunos nacen y otros no?
No se necesita ser un gran pintor, escultor o músico para generar una sentimiento en los demás. Basta una tarjeta de fin de año, de cumpleaños.
Cuanto tiempo uno perdiste buscando ese regalo material que capaz no lo va utilizar nunca en su vida y cuantos minutos le dedicaste a los demás para decirle lo que sentís. Ojo!. Lo que sentís en serio.
Nada de pasarle el brazo por la espalada: que buen tipo que sos, que bien que escribís, pero como pintas…
Por suerte la vida me ha dado el discernimiento para distinguir unos de otros. Mis amigos saben a que me refiero, mis enemigos también. No hay que dar demasiado explicaciones para esto. Tus enemigos no lo van a creer y tus amigos no lo necesitan.
A veces son muchas cosas que me dan vuelta en la cabeza y tiene que ver con los sentimientos de lo que quiero decir. A veces la expresión no fluye, no funciona.
Y cuando lo que quiero decir parece estallar en mi mente, entonces quiero aclararlo todo, reducirlo todo a la misma esencia y me digo…que lindo sería poder sentarse frente a otra persona y mirarla a los ojos y poder transmitirle lo que uno realmente desea, sin las intermediación de las letras.
No se imaginan las veces que me he quedado frente a un papel en blanco. Las veces que he redactado cartas que nunca tuvieron destino.
A veces lo artístico se tapa con lo cotidiano, contando mis alegrías o problemas, repasando el pasado. De noche, tarde (muy tarde) me llevo a la cama lápiz, papel, radio, libros, revistas, almohadones adicionales. Intento escribir. Cuando algo me pincha, algo me molesta en alguna parte de la humanidad me doy cuanta que me estoy quedando dormido. Entonces coloco todo en el suelo y apago la luz. Cuando me levanto al otro día encuentro un montón de garabatos, frases, dibujos que luego guardo y amontono
en algún rincón, como si los hubiera hecho otra persona.
No se si son bueno o malos. Son producto de mi vida desordenada., pero son míos.
Y entonces solo tengo una esperanza.
Que entre todos esos montones de apuntes, alguien encuentre “algo” que pueda servir.
Entonces habré cumplido un objetivo.
Continuara…
-Escrito a los treinta años- |