Eres mía le gritas.

¿Quién es tuya, ella?. ¿Acaso la compraste?.
¿Le dijiste que pagarías amor con golpes cuando la embaucaste?.

Que macho eres cuando levantas la mano a quien dices que amas.
Ni a medio hombre llegas cuando correspondes su dulzura con bramas.
Mira sus moratones, porque más negra tienes tu el alma.

Bestia sin corazón, incapaz de entender el amor
mas allá del largo de una falda, del color de unas mejillas
o de una sonrisa calma.

Bestia tu, que ni hombre eres para retenerla a tu lado porque ella lo quiera.
Tan débil y poca cosa eres que al terror y la violencia recurres como una fiera,
para mantener junto a ti a quien acusas de histeria.

Solo y miserable estas,
y con cada golpe que le das,
más te hundes en tu miseria.
Miserable. Animal. Poco hombre.