A ti cariño te diré que hoy no tengo ganas de ser bonita, ni dulce y comprensiva,
ni de ser la sonrisa que debe alegrarte el día.
Y que lo siento de veras.
(Le quiero)

A ti otro te diré,
que no es que vea en el sexo una entrega,
es que si no me entrego, no lo tendremos.
Y no prostituyas el verbo querer con esto.
Me duele, aunque no lo entiendas.

Y a ti, hombre de mi vida,
te diré, que sigas con la tuya.
En la que paradojicamente no quiero estar.
Me conviertes en algo tuyo,
¿no te diste cuenta?,
te seguiré escuchando...
uno siempre escucha a su vida,
aun cuando no quiere hacerlo,
y la vida le duele,
y le hunde, y parece poseerle...
pero tú, no vas a tenerme.
Te tendré yo en mí, siempre,
pero tú, que en ti no quieres tenerme,
para ti no vas a tenerme.
No veas en mí, la seguridad de tu futuro.
Porque tú a mí, no me aseguras el presente.

Y ya está, rota en pedazos por no encontrarme a mí misma en ninguno. Por no ver nadie mis trozos.
Rota en cristales que no reflejan mi rostro.
Parece que seguiré andando sola hasta construirlos.

Sola para poder llorar mientras los construyo,
para poder construirlos sabiendo que los siento,
para poder pegarlos según mi propio cuerpo.