Respiro profundo estirando mis brazos y abro mi corazón al mundo. En ese instante soy aire, fuego, agua, y tierra. Soy unidad.
Puedo sentir dentro la fuerza de mi tierra, su sangre recorrer mis venas; su voluntad quiebra el silencio de los oprimidos destruyendo el circulo de la hegemonía, de los falsos terratenientes. Por que la tierra nunca la poseyeron, nunca fue de ellos.
La tierra esta en cada uno de nosotros, su fuerza la llevamos a dentro. Es ella la que nos da las herramientas para reconocernos en el mar de las otras voces, evitando caer en el vació frió y cruel que desprende el alma del cuerpo.
Soy unidad y en ella la fuerza de cada uno de los seres que habitan mi universo hace de mi centro de amor brillar tan intensamente que siento vibrar el universo bajo mis pies.