36 ojos me hurgaron el alma o yo la de ellos.
Nos contamos la vida entre cada estación.
Dos ojos azabaches me hurgaron el pecho.
¿Qué buscarían allí?
Estaba cansado del reggae –
de pretender ser rasta –
de vivir en Jamaica (la impostora).
Esquivó la mirada cada vez que le pregunté
por qué tanta pesadumbre.
No quiso responder.
Fue más fácil huir,
salió del tren casi corriendo,
fue en busca de consuelo
en alguna cerveza extranjera
o corría a los brazos de una hispana
estoy segura, estoy segura
mis preguntas ahora lo atormentan
mientras se hunde en el licor.
Texto agregado el 24-08-2008, y leído por 119
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