Te forjé como un arma, me confesó el poeta
y me sentí potente, luminosa, me pensé espléndida.
Me inventaste mujer para beberte los versos.
Persistís porque el ansia tiene rosas de ausencia
ilimitadamente sediento viajás por la vida
y encaramada sobre remos quiebro tus orillas, poeta
que adelgazás palabras para que te oigan los vientos.
Recupero para mí, cuerpo de mujer,
todos los colihues de la cordillera.
Me miro al espejo. Te devuelvo el pan.
Acompaño tus noches despajaradas.
Me ensueño en tu alma
con ojos de mariposa de entre tus formas renazco
te resucito poeta, respiro tu risa,
regiones que estrenan cada mañana lo eterno
coincidencia de túneles oscuros de oleados barcos.
Texto agregado el 24-08-2008, y leído por 70
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Lectores Opinan
26-08-2008
buenísimo! una muy buena respuesta de una poetiza a confesión de poeta :)...saludos toko