Hasta ahora,
sobrevivo.
Quisiera saber,
por cuánto tiempo más,
podré seguir así.
Incluso me pregunto,
hasta cuándo,
seguiré caminando,
sin que mis piernas cedan,
ante el peso,
de las ansias
- mis ansias-
que se acumulan,
esperando.
Aún cuando grite,
soy incapaz,
de vencer el silencio
que me impone el miedo,
de reconocer,
los fundamentos de mi búsqueda.
Mis ojos,
son incapaces
de reconocerte,
no te ven.
Mis oídos,
se han cerrado,
a tu respuesta,
temerosos.
Tal vez imaginando,
que nunca me hablarás.
Dale luz
a mis ojos,
enseña a mis oídos
a escucharte.
Desde siempre
espero tu presencia,
ahora ausente.
Tan solo
enséñame,
a reconocerte y reconocer en ti,
la respuesta a mis deseos,
a mi búsqueda.
Quítame este peso,
toma mi mano,
llévame contigo.
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