Más todavía

Me falta todavía tu calor por la mañana,
me falta todavía tu cansancio por la noche,
me faltan todavía tus manías cotidianas,
me falta tu atardecer encendido y tu amanecer despojado.
Es verdad, solo con sentir este amor correspondido tendría que bastarme, pero no, sería egoísta con mi piel, con mis sentidos.
Los estaría privando del placer de que se expresen, del refugio de tu abrazo.
Los obligaría a correr tras tu camino sin consuelo hasta encontrar su destino que sería tu destino.
Por eso no los privo de la ilusión de pensar que un día como un conjunto de mariposas nuestros cuerpos se atraerán y recién entonces, libres volarán.