Las piedras golpeaban sus corazón como martillando el carbón
Saludaron sus ojos a Dios mientras comía las paredes de la habitación
Entre álamos y una luna negra la deje sobre el pasto seco
La desnude de sus temores y odios, dejo de temblar
Se elevo lentamente por sobre mi cabeza
Y la quise detener, pero los surcos de mis manos no tenían fuerzas
Las nubes comenzaron a llorar, y bañaron su levitante cuerpo
De rodillas nuevamente observe como la nube negra limpiaba su esencia
Rogando que no se la llevara para siempre
Pero nadie escucho mis ruegos, y su cuerpo cayo frente a mí
Vi su ser elevarse y sonreír sobre los álamos
Vi la luna dejarse amar y las nubes dejar de llorar
Mientras su cuerpo se hundía bajo el pasto seco
Camine por días por las lomas amarillas
Buscando una escalera que me llevase donde ella
Me quede sin manos tratando de desenterrar su cuerpo
Dormí bajo la lluvia des sus lagrimas
Ame cada momento que viví con ella.
Texto agregado el 22-08-2008, y leído por 149
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