La primera vez que te vi, me pareciste extraña y algo fuera de este mundo, tu carita sonrosada y rellenita daban la impresión de estar hirviendo de calor.

Tus ojitos negros, miraban todo a rededor y tus manitas llevaban bien sujeta una cajita, nos miraste a todos y parecias que al mismo tiempo no lo hacias.

Conforme pasaron los días, semanas y meses todo en ti se revelaba en una hermosura que lo unico que inspiraba era llenarte de besos, tu sonrisa conquistaba a cada aquel a quien se lo dedicabas pero sobre todo conquistaste nuestros corazones…
Cada instante de tu pronta existencia era un constante descubrimiento, y una celebración por cada una de tus demostraciones de aprendizaje… y entonces dijiste tu primera palabra...AGUA, a ella le seguieron PAPA, con la que te adueñaste por completo del corazon de papá Daniel.

Ohh… que revuelo nos causabas con cada una de ellas, entonces empezaste a caminar y fue tu exprecion al hacerlo lo que nos hacia reir de tanta alegria…no importaba si teniamos que seguirte por todos lados para protejerte de alguna indeseable caida… lo importante era ver lo feliz que te sentias al poder moverte sola e ir de un lado para otro a descubrir tu pequeño mundo.

Te metiste en nuestros corazones de tal forma que ahora y aquí, eres la reyna de la casa no importa si gritas y ries, o lloras y haces travesuras, lo importante es tu presencia tan necesaria que no imagino la vida sin tu sonrisa picara y tu ojitos negros iluminando tu rostro de niña amada, llamando a la abuela y al abuelo, o a tu mamá para que te lleven con ellos y te llenen del amor que solo tu y tu podrias inspirar….

Pero sobre todo ansio verte cada tarde recibirme con tus manitas extendidas para que te levante entre mis brazos y llenarte de besos…pues reconoces en mí a tu tía que te adora.