Te pillé en un barcito cuando ya estaba bien adentrado en copas, tenías chasquillita coqueta y mi barba… ¡puta ni un estilo! No te sonreí porque sin mediar un año de tacto con suerte digo hola, apenas le pego puñetazos a la galantería y la verdad prefiero apostarle a la embriaguez y dormirme bien agarrado a ella. Que ni los ventarrones nos despegan cuando andamos de la mano con el vino. Y te reías fuerte y yo te miraba entero ahuevonado porque entonces le lloriqueaba veneno a una pelirroja acerba a mis estoques, pero dulzona la tonta. Los maricones nos gritaban que nos besáramos, te acuerdas. La crespa caña hueca también y se relamía de mi cara de compungido amongolado y me pegaba con el codo, que te me acercara y te plantara un ósculo gallardo, pero, mierda soy tan tosco y yo mas quería olvidarla a ella que fregarme en otro lado. Que cuando a las dos horas caí en cuenta de tu acento argento me vino risotada y tú que la compartiste mostraste dentadura blanca y sentado en la burbuja más grande de mí botella de cerveza pensé, que puta que estabas linda y que igual eras simpática y que me puse medio caliente pero que va, borracho no vale y una pausa al drama pues que chuchada importa, al cabo este cantarito era la pura fisura, un pedazo menos vale por ventana. Te dije que era rudo y rockero cuando llevo pura cumbia y zalagarda y yo creo que compraste un poco ese discurso y que de ebria no te importo tanto la panza, los garabatos y ni el copete derramado en mi camisa. Te mentí que me gustaba no se que banda y según yo que me coqueteaste toda y te sobabas en mi muslo. Y uno no es de fierro y yo soy gelatina. Como cuando tenía doce años, el público participaba y nos instaban a revolcarnos, al cabo tu barra también sabía de tus propias lamentaciones. ¡Que dice la barra! ¡Que la pesques huevón, que la digieras, que lo consueles, que se extravíen, que se enreden! De canalla afloro de repente y te llevé por ahí y te besé lo más hábil que pude. Y tenías aroma a terremoto y a tabaco y más mentira, eras toda calma. Un año de vueltas de carnero y nos quedamos juntos. Chemimare que te quiero. |