Verse ante la dificultad, que un día, antes que se nos escape la vida, queramos saber quien somos, y estemos en la penosa condición de no tener los ojos entrenados para vernos ante el espejo, o el corazón muy gastado para que le diga al lápiz como bailar junto a la hoja y descifrarnos con la sinceridad que nos sobra de lo que nos falta de tiempo.
Creo que Dios no nos entregó una ficha con nuestra clasificación por la sencilla razón de que cada uno debiera encontrarse ( o reencontrarse si alguna vez se creyó perdido) hallar a los demás y no escudarse tras unas pautas dadas.
Entonces; si encontrarme me ayudase a amar más, sentir con más intensidad y orientar a los que vagan con su vida como capitán sin brújula haría un esfuerzo por hallarme y partir...
Soy hablante con los ojos, fotografía de mi padre, numerosa en tonalidades, azul en invierno, pista de las letras, hoja que me aguarda en estío, marioneta a pilas, constelaciones de lunares, prosa incompleta, canción sin nadie que la cante, reverso de los recuerdos, incesante para escribir, agotada cuando duermo, turista cuando oigo música, un dueto de un llanto, el problema de mis amigos, borrador de la tinta cuando causo daño, memoria de átomo, nacional al hablar, lejana en casa, presente con quienes amo, repudiadora de serpientes, tanto de unas como las otras, voz con pies y cabeza, ocupando espacio, analista de lo monótono, tartajear de ciencias, cabello universal, torpe en la mentira, disculpas diarias, molde para algunos, recíproca con las cartas, laxa en los deportes, tierna cuando rompen mi coraza, viciosa de libros, de presión susceptible, imagen e instinto de eterna alegría.

Daniela Toro J.