Ya me había acostumbrado a su voz...Vivía mi vida como si no estuviera escrita aunque sabía que yo era el protagonista de su novela y a ella la escuchaba día tras día en mi cabeza relantando las cosas que iba haciendo. Explicaba con lujo de detalles cómo yo me lavaba los dientes hasta cuando lloraba solo en mi casa tapado con las frazadas...Ella me ve siempre, me lee el pensamiento y lo relata al mundo....al mundo real claro...no al mio

Al principio pensé que era una enfermedad..Del tipo “Doctor!!!...escucho gente muerta!!!”, pero con el tiempo me di cuenta que ella era la real y yo sólo era ficción...fruto de su inagotable imaginación y que cada aventura que yo vivía día tras día era creada por ella. Era como mi Diosa y yo su creación de barro.

Algunas veces he intentado comunicarme con ella, para darle algunos datos de cómo me gustaría que siguiera la historia...Sugerirle por ejemplo que la linda vecina del piso de arriba se enamore perdidamente de mi y no al revés...Pero no me escucha, o quizá hasta se hace la sorda...Supongo que la novela no quedaría muy buena si la escribiera yo, no tengo mucha imaginación.

Pero en general le estoy agradecido...Me dio un buen trabajo y me ha escrito viajes y amores, que aunque tortuosos, es mejor eso que nada...Podría haberme hecho enfermo o torturado, pero por suerte mi novela es bien tranquila, mi pueblo irreal es bastante entretenido y nunca falta algo que hacer o gente que conocer.

Que qué hago yo???....Bueno, soy actor y tengo una buena vida...Mi novela se trata creo de una herencia perdida que mucha gente quiere y que al parecer en algún momento me tocará a mi, que soy el bueno del libro...En la mayoría de los libros los buenos ganan, así que estoy tranquilo por eso.

Pero hoy pasó algo que me tiene preocupado...Mientras caminaba por la calle y la escuchaba relatarlo...Vi un papel en el suelo y no se por qué lo recogí...Era un trozo de periódico y tenía un nombre en el...Hasta ahí nada especial, salvo que cuando ella relató el hecho, soltó el comentario “Y Daniel recogió el inocente papel del suelo sin sospechar que ese simple acto significaría su inminente e irremediable muerte”.

Me quedé helado...Me senté en la primera banca que encontré y me puse a escribir esto, por si algo me pasa en la siguiente esquina, alguien sepa mi secreto y pueda relatarlo al mundo...A ver si puede continuar la historia.

Porque a mi no me importa morir...soy de ficción...Pero no quiero que la historia se acabe...No quiero…

No quiero…