Con tu voz de susurro musitando un dulce oráculo,
donde las nubes se arremolinaban
para besar de tu ambrosía.
Me enamoré.
Y descalza frente a ti
me perdí en tu mirada
oceánica hasta la asfixia.
De tu boca bebí el néctar bucólico
hasta el horizonte.
Sentí al universo reclamar
que le devolviera el cielo y el aire.
Pero lo necesitaba...
para seguir en tu mirar.
Por momentos ojos de lobo y otras de mar.
Acariciada cual semidiosa poseída
en gran conquista amorosa.
Sin notar el vaivén al inframundo
perseguí el vuelo del águila
y montañas me sepultaron
hasta llegar al Tártaro febril de la pasión.
No hace falta...
que ningún semidiós me rescate,
porque la promesa es revivir,
desde el inmortal mundo de la esperanza.
Solo pido
el antídoto al olvido
y es el baño de hidromiel
de tu mirada.
Texto agregado el 19-08-2008, y leído por 258
visitantes. (9 votos)
Lectores Opinan
26-08-2008
Hermosa poesía cuajada de sensibilidad.+++++ crazymouse
23-08-2008
hermoso¡¡ realmente me gusto, digno de ser leido. besos. 5* elmesiaz
23-08-2008
Realmente hermosa. "...desde el inmortal mundo de la esperanza", sí. La_aguja
22-08-2008
Además del tema propio del poema, me gusta el entorno en que se sumerge. :)
isa isa-bell