EL JUEGO 21
Escuchó unos pasos a sus espaladas, cuando estaba admirando el cambio radical de la cabaña, volteó y se quedo boquiabierto, la sensualidad que desprendía aquella mujer era fácil de percibir, sobre todo cuando se esta en plena juventud y en el apogeo de la sexualidad, aquella sonrisa lo desarmo, cualquier resistencia que pudiera tener se fue por el suelo, aunque el muro construido dentro de si era enorme y solidó.
- Hola, es un placer conocer y trabajar con un joven tan atractivo >
Se quedo como estupido no supo que decir, por más que intento reponerse rápido, la sorpresa lo había tomado con la guardia baja, ella paso muy cerca y rozó intencionalmente pero sin hacerlo notar el cierre de su pantalón, esto provoco que él tuviera una erección casi instantánea, su rostro se le congestiono, creyendo que le habían cambiado de terapeuta y que él estaba excitado como nunca con aquella mujer, no cabía duda que era profesional.
- Ven > conversemos un poco.
- Eghh, si claro
Caminó como niño regañado, no cabía duda la mujer tenia el pleno control, con la mirada al piso y con la pena por aquella demostración de deseo siendo visible en su entrepierna, intentó torpemente caminar, tratando de disimularlo pero lo hacia más evidente, cuando estuvo a la distancia, aquélla Afrodita, tiernamente; con una carga muy sensual, le tomo el rostro entre sus manos.
- ¿Quieres hablar un poco?, ¿O hay algo que desees más que conversar?
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