Una mañana de Sol no puede ser más que una mierda en esta condición. Por la ventana se aprecian las nubes blanquísimas con un fondo azulino que debiera ser hermoso en otras circunstancias.
Alli están los cables a veces cuatro, cinco , seis, ocho, once, 8, 4...en fin hasta que por siempre desaparezcan. Nuevamente la puerta se abre, entrando la enfermera luciendo sus muslos blancos, en sus manos un vaso de agua, me habla palabras que no entiendo en todo su sentido, viste ropa interior que veo, pero no contemplo.
Incontables drogas entran por mi boca, se aleja la enfermera, cierra la pueta, de nuevo, cuatro cables, cinco, 7, 8 tal vez once....los vuelvo a contar.
Entre esas sábanas me siento protegido, hasta donde me llevará este tunel infernal .
¿La Depresión viene por los cables o se va hacia ellos? |