Esta es la historia de una persona atrapada, pero no atrapada en algo malo, ni, en apariencia, en algo difícil de salir, simplemente se trata de una mujer atrapada en el amor y el cariño que siente por otra persona.
Ella era una chica de aspecto normal, si que es existe realmente la "normalidad", con un aire quizá un poco melancólico, que hace ya unos cuantos años se enamoró, después de haber pasado de mano en mano, buscando a alguien con el que había soñado, no un imposible, ni al hombre más guapo, solamente buscaba una persona que la hiciera sentir amada, alguien que se preocupara por ella, y que ella sintiera que, a cada minuto, él pensaba en ella.
Puede que lo que buscaba fuese un hombre como los que veía en la películas, y realmente creía que lo podía encontrar.
Al cabo de un tiempo llevándose desilusiones, sintiéndose utilizada por unos y otros, llegó a encontrar a alguien interesante, un hombre que también buscaba lo mismo que ella. Aquellos primeros meses fueron fantásticos, como lo son en las películas...
Todo era un juego de provocaciones, de contínueas sospresas y descubrimientos, de deseos irrefrenables, pensando continuamente en la otra persona.
Ella sentía que había encontrado al fin lo que buscaba, sabía que ésa era la persona con la que deseaba compartir el resto de su vida, y así se lo hacía saber continuamente, a lo que él correspondia siempre.
También él sentía igual, aunque nunca era él quien se lo decía a ella, simplemente se conformaba con asentir cuando ella lo decía.
Él no era una persona con facilidad para expresar sus sentimientos, le hacía sentir muy incómodo. La quería mucho, y, a su manera, lo daba todo por ella.
Con el paso de los años, fueron adquiriendo compromisos más grandes e importantes. Decidieron compartir su vida al cien por cien comprando una vivienda, ella soñaba con que llegara ése momento, con que cada día de su vida se levantara al lado de la persona que más amaba.
Él se dedicó a trabajar muchísimo para poder pagar todos los gastos que vinieran, para poder, en definitiva, poder hacer todos los sueños de ella realidad.
Pero había algo que con el tiempo estaba cambiando, lentamente.
Ella le quería con toda su alma, pero sentía que no era exactamente lo que soñó.
Deseaba oir de su boca alguna palabra de amor, recibir algún gesto cariñoso. Entendía que todo lo que él hacía lo hacía por ella, que a su manera le demostraba cúanto la amaba. Pero ella, poco a poco, íba sintiendo que necesitaba algo más, y esa certeza cada vez se volvía más evidente.
Así se lo intentó hacer saber a él en más de una ocasión, le explicó que era lo que ella necesitaba, le rogó que hiciera ese pequeño esfuerzo, aunque quizá para él no era tan pequeño.
A medida que fué pasando el tiempo, también su deseo sexual fué disminuyendo, él parecía sentir siempre lo mismo, para él no había cambiado nada en ése aspecto, pero a ella ya no le apetecía, tenía la sensación que el sexo que tenían ya no era igual que antes, ahora era simplemente tener sexo por tener, como animales, ¿dónde habían quedado los abrazos y las caricias? Todo se había resumido a algo monótono y sin cariño.
Ella quería creer que eso era lo que le pasaba a todo el mundo, que no se podían pasar años de relación y que todo fuese como los primeros meses, pero algo en su interior se revelaba contra aquellos pensamientos.
llegó a pensar que lo que sentía por él ya no era amor, sino una mezcla de cariño con la fuerza de la costumbre. Apreciaba mucho a aquel hombre, lo admiraba por su manera de avanzar en la vida, pero le faltaba lo que para ella era lo más importante. Y esto se fué convirtiendo poco a poco en una obsesión.
Había momentos en los que pensaba que lo que debía hacer era dejarle, volver a buscar al hombre que ella soñaba, pero se daba cuenta de que lo que ella quería era a ése mismo hombre, sólo que tenía que cambiar su manera de demostrar su amor. Pero ella ya sabía que hay cosas en las que una persona no puede cambiar.
Así es como esta mujer se llegó a encontrar, atrapada, queriendo a una persona y sabiendo que él la quiere, pero sintiendo que no es suficiente, que necesita volver a sentir aquellas sensaciones del principio.