No son las puertas del infierno,
Bienvenidos a la cuidad de la furia.
La era del éxtasis y el frenesí.

Las copas se llenan de excesos,
los cristales son frágiles
en una noche que no duerme.

El beso se hizo sexo
el deseo llama.
La piel se comporta, distinta y celosa
ayer quedó lejos,
espinas y rosas.

El poste de la luz de la esquina
ilumina el rostro de la desganada prostituta.
Un taco roto, un chicle entre dientes
y un mástil bajo sus faldas.

Las sirenas suenan a lo lejos,
y ya nadie piensa en correr.
La jungla de cemento, no tiene rey.

En lo alto lloran pasta y fuman nubes,
por lo bajo un pinchazo es suero pa' las venas.

¿Dónde quedó el tiempo del amor sin culpa?
Lo que el viento se llevó.

Rojo, amarillo, verde
120, 160, 200. . .

Esquizofrenia colectiva,
y todo suma 23.

Libertad, libertinaje, liberalidad.
Nunca amanece.

Sopor en las mentes,
miradas enajenadas.
Hoy explota el mundo.
Es hoy
No es mañana.