La ventana encendida
¡Qué belleza contemplo!
El otoño llegó ya.
Mi ventana es amarilla, amarronada,
como una tenue luz
que ilumina acurrucada.
¡Oh! El asombro llega de la mano de julio.
Mi atrevido árbol se desnuda,
luce sin prejuicios, gallardo y esbelto,
toda su hermosura.
Pasan los meses y comienzan los brotes,
casi revientan, el calor los madura.
Mi árbol da flores, se cubre todo,
se torna lila.
Mi ventana es la vida.
¡Es un grito de libertad, de fuerza y de coraje!
Árbol es un gozo contemplarte
se aleja la primavera
y el verdor de él se apodera.
Comienza un nuevo ciclo
viento caluroso arremolina.
Gritar, callar, callar, gritar.
Caer, levantarse, levantarse, caer.
Soñar, poder y creer.
Simplemente contemplar mi ventana
encendiendo mi alma
cada mañana.
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