Me cuesta hablar de ti, creo que a veces tengo que inventarte, inventarme contigo, armar una historia que no suene monótona dentro de tanta maravilla light que suelo no comprender bien, o comprender mejor que nunca que es lo que es, no hay profundidades, quizás eso es bueno si algún día he de caer en este cuento, de-caer, que de-caigas. No se cuantas veces te dije que te quiero, no se cuantas veces he sentido que te quiero, creo que alguna vez te dije “te amo”, no lo sentía, lo confieso, si lo sentía aquellas veces que te ibas a la ducha y sintiendo el calor que dejaste en nuestras sabanas decía muy bajito: Cesar te amo, ciertamente no lo escuchaste, porque aquello no se escucha, solo se siente. Contigo no deseo hablar más de amor, mirándote a los ojos me resulta una tontera hablar de cosas que tu me haces comprender mejor que nunca, dije bien; “Entender”, “Comprender”, más allá del término “Sentir”, entiendo el amor contigo, lo comprendo, lo racionalizo como nunca me fue posible, aquello me produce un placer casi morboso, malicioso, banal, y me hace amar mis pies afirmados a la tierra cada vez que mi corazón envía su información a mi cerebro para que yo la procese bien antes de que me inflen el pecho, el alma o lo que sea, concepto poco científico ciertamente, pero que sé a veces te duele sin que lo puedas explicar. He adquirido alguna información respecto de las cosas que quiero-amo de ti, podría inventariar largamente una serie de adjetivos y sustantivos, y me pregunto en este instante qué es lo que sucede con el todo -acaba de entrar el silencio en mis pensamientos- que chucha es lo que sucede, ser hermoso que habitas casi todos mis sueños insolentemente, hace un tiempo que me gusta dormir más de lo común mmm… por que será… amo soñar, te amo en mis sueños, será por que es el único instante en que sólo de mi depende el momento en que te marcharás. Y ya no quiero escribir más sobre ti, no me siento libre, temo a que lo leas, no puedo escribir de ti… no puedo hablar de amor.

Hay algo en tus ojos que algo me dice… ahora menos que nunca debo hablar de amor, tema prohibido para nuestros labios, mejor que sólo nuestros ojos hablen, dejemos las bocas únicamente para besar.