De un rancio vomito olvidado, al avandono,
salieron volando seres, que luego colgaron su alas en percheros, haciendose humanos, invadiendo la ciudad: Un millar de pinguinos (permitanme delirar en la hora del trabajo) rodean al solitario radical Cobos. Este que fue presidente por un día en mí país la Argentina, motivo pués el Obispo Lugo asumío de lo mismo, invitando a la Cristina por la misma ceremonia en la linda Paraguay, decía, mientras tanto en otro lugar del mundo uno solo de esos pajaro vestidos de negra etiqueta,
paralelamente, desfiló altanero ante una reina de Europa, que no recuerdo su nombre.
En futbol Argentina en tiempo suplementario derrotó a Holanda en las Olipíadas de Beijing.
El campo amenaza con volver a los cortes de ruta,
¡pero no! que las raices vayan a quebrar el granito haciendo infinitas grietas, sino porque el sector agropecuario, ente social que agrupa al pueblo de ese basto lugar, para representarlo,
al estar en crísis económica por las bajas cotisaciones en los mercados del exterior,
nuevamente desafía al gobierno,
impidiendo el normal desarrollo del transito de los vehiculos a motor con redondas patas de caucho.
En la digna Giorgia, menos mal, detuvieron la guerra a tiempo.
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