¡Oh!... soledad, ¿Por qué me has abandonado?, si yo te quería, te apreciaba, y ahora solo te hecho de menos, ¿Por qué? ¡¿Por qué?! Ya no hay nada a mi lado, ni yo mismo quiero seguir estando a mi lado, porque no merece la pena estar junto a un fracasado que lo único que ha hacho en la vida ha sido huir de todo, y de todos. Nadie ha querido nunca acercarse a mi, o nunca he dejado que nadie respirara el mismo aira que a mi me hace quejarme.
Nunca nadie me ha mirado a los ojos, o no he querido saber si hay otros ojos a parte de lo míos ya que así solo puedo saber que no hay ojos mas bonitos que los míos, nunca nadie me ha hablado, o no he querido escuchar, ya que mi voz es mágica y muy melodiosa y no la regalo así como así a los vientos que mecen mi suave pelo al compás de ritmos a veces impensables.
¡Eh! ¿Qué es eso que noto a en mi cansado hombro? Algo cálido se apoya lentamente en mi como ola que mece la barca del pesador en la mar, me acaricia el pelo, la cara y los labios... que momentos mas dulces, y ya se porque nadie veo a mi lado, porque soy ciego sordo y mudo, pero yo soy el mejor, en todo, porque yo no “veo” a nadie mejor que yo.
Soledad vete y no vuelvas que lejos marchas siempre cerca acechas entre los amigos escondida y esperando el mejor momento para atacar, pero cuando vuelva ese momento, te juro que estaré preparado soledad.
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