Inicio / Cuenteros Locales / nocturnopoeta / Breve escena nocturna
Sucedió anoche, así, brevemente: bebí gotas de sudor enmohecido, salinas, rojo ardiente, que manaban desde tus ojos pausados, para después, durante horas de onírica extensión, quedar suspendidos mis afanes en la maraña de un susurro eterno e ininteligible que tus labios, transfigurados en ave rapaz, situaron a pocos centímetros de mi oído menos diestro.
A la mañana siguiente, te despedías con un brillo muy particular en los ojos.
Mi boca permanecía algo salada. |
Texto agregado el 28-04-2004, y leído por 129
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