Sabe a fresas
a estaciones venideras
a belleza
a aquellas laderas.

Caminabas en las rocas
ardias en las montañas
te levantabas de madrugada
me acurrucabas.

Me restregabas tu fuerza en la cara
despertabas mis sentidos
anidabas mis castigos
apaciguabas mi mirada.

Regalabas energia
las flores agradecían
se desplegaban
solo para saludarte.

Das vida
en distintos mares
en epocas contrapuestas
en todos los lugares.

No podías ver,
a todos al mismo tiempo
esperabas
con tu sonrisa anidada.

A la noche
desapareces
te digo el adíos
que mañana ya vuelves.