EL VIAJE DE LAS RANAS
Para: Tati Bonita.

Capitulo I: El estanque azul

La ranita exclamo: - No creen que puede haber estanques de otros colores? Este es azul, pero puede haber estanques: azul claro, azul oscuro…¿aguamarina?…Oh…rojos…oh…oh…amarillos…oh…oh…naranjas…de pronto…violetas… o incluso hasta rosados!

- Vete a croar! No croes! Exclamaban las ranitas mientras se alejaban.

Capitulo II: Los estanques pueden ser de colores

- Mama, mama! ¿Pueden existir estanques verdes?

- Si mi amor!

- ¿Amarillos?

- Si!

- ¿Rojos? ¿Azules? ¿MOOOORADOS?

- Si, pueden existir estanques de todos los colores desde que halla alguien dispuesto a soñar con ellos. Exclamo la mama rana mientras abrazaba a la ranita.

Capitulo III: Tus abuelos han viajado más allá de las montañas rocosas.

Mama rana dice a la ranita:- Porque no vas donde los abuelos? Tu abuela y tu abuelo son los unicos habitantes del estanque que han viajado mas alla de las montañas rocosas.

- Los renacuajos me molestan porque dicen que mis abuelos son extraños. Exclamo la ranita.
- Dicen que esa enfermedad es hereditaria y contagiosa!
- Jajajaja. Río con alegria mama rana.
- Los habitantes del estanque temen a lo que desconocen. Por eso temen ir mas allá de las montañas rocosas.
- Tu mama, has ido mas allá de las montañas rocosas?
- En mi juventud lo desee con todo el corazón, luego naciste tú y entendí que mi viaje era acompañarte en el tuyo.
- Papa deseo salir del estanque?
- Si pero…exclamo con pesar mama rana…sus ancas se quedaron cortas para tan largo viaje.

Capitulo IV: Los abuelos saben cosas que las otras ranas no saben

- Los estanques verdes crecen al lado de montañas nevadas, a los girasoles les gusta acampar junto a los estanques naranja, los estanques rojos siempre están en otoño, en los estanques amarillos ahí muchas abejas danzarinas, en los estanques dorados tu puedes beberte el sol de la mañana…ayúdame a recordar amor.
- A tu abuelo le gustan los estanques dorados, a mi me gustan los estanques violeta. Al sumergirte en ellos tú puedes dejar atrás la nostalgia de los pasos recorridos, y conservar en la memoria los recuerdos con asombro y con alegría, como si fuera como la primera vez que los viviste. Nada puede quitarte lo ya recorrido. Respondio la abuela rana.
- Dorados? Uau! Exclamo con jubilo la ranita.
- Y los estanques rosa? ¿Existen los estanques rosa en algun lugar del mundo?

En ese momento la abuela lanzo una mirada profunda al abuelo.

El abuelo rana exclamo solemne como midiendo el peso de cada palabra al entrar en contacto con el aire: - Vive tu vida en el estanque y crece, cuando tengas fuerza en tus ancas para caminar te enseñaremos de los estanques rosados, por ahora esta es tu casa hija.


Capitulo V: Impaciencia

- Abuelo ahora si me puedes enseñar de los estanques rosa?
- Abuela ahora si me puedes enseñar de los estanques rosa?
- Abueloooo! Abuelaaaaa!
- Abuelo no nos dejes, noooo!

Con la muerte del abuelo la ranita se olvido de los estanques que tantos sueños inspiraron en su infancia de rana. Y así fueron pasando los años de las ranas, y la ranita se volvió fuerte y hermosa entre las ranas.




Capitulo VI: Los estanques rosados existen si crees en ellos

- Mama tuve un sueño, en el me encontraba nadando en un estanque rosado debo de buscar a la abuela.

- Tu abuelo te dejo esto antes de partir en otro de sus múltiples viajes. Exclamo la abuela rana.

- El abuelo murió abuela.

- Es lo mismo. Exclamo mientras abría un viejo baúl.

- Que es?

- Es su bastón?

- Esto es para ancianos. Yo soy joven.

- Eso es para caminantes.

- Yo no soy caminante.

- Ahora es tú tiempo de buscar los estanques rosados. Los sueños pueden hacerse realidad, si así lo deseas.

- Pero…pero…como lo supiste.

- Hija todos los caminos son el mismo camino, todos los pasos son los mismos pasos.

La ranita, ahora convertida en la joven rana, partio un dia con el objetivo de alcanzar el horizonte, su madre la vio partir feliz, sabia que su mision en la vida era estar con ella para acompañarla hasta que ella pudiera emprender su propio viaje.


Capitulo VII:

La ranita ve a una rana joven sentada al lado del camino.

- Oye que haces…oye!
- Disculpa, ¿me decías?
- ¿Qué haces ahí sentado?
- Medito.
- ¿Qué?
- Es otra forma de viajar. Tú viajas con tus pies, yo con mi espíritu.
- No croes! Oye de los viajeros que he conocido tu eres el mas loco!
- He viajado un poco; aun me gusta viajar, pero ahora se que el estanque que busco esta dentro de mi mismo. Cuando se apague el fuego que arde en tus ancas y te puedas detener un poco, lo comprenderas.
- Antes viajaba mucho solo por el placer de conocer un día conocí un viejo que me hablo de un estanque blanco. Desde eso se convirtió en una obsesión para mi. El viejo nunca me explico como llegar a él. Un día lo comprendí. El era el estanque blanco! En el gran océano blanco todos somos estanques blancos. Le respondió el joven.
- Imposible tú eres tú, yo soy yo! No ahí manera de que seamos lo mismo!
- Mira a tu alrededor nada es igual a nada, todo es diferente. Eso es lo que me fascina de los estanques, todos los estanques tienen diferentes colores. Exclamo ella.
- Cuando puedas viajar dentro de ti lo comprenderas. Dentro de ti existe todo el universo. Incluso los estanques rosa.

La joven rana miro al joven rana atónita. Luego él exclamo:- Todos los caminos son el mismo camino, todos los pasos son los mismos pasos.

La joven rana se alejo a toda prisa por el camino en un atardecer casi estrellado dispuesta a sumergirse en algún lugar del mundo en su lago rosado; mientras a lo lejos se divisaba la silueta del joven rana que aun se encuentra meditando, tratando de sumergirse en el infinito.